martes, 24 de agosto de 2010

La Junta tuvo un proyecto para que Lancia fuera protegida y puesta en valor

De joya a cementerio

La Crónica de León / Fulgencio Fernández / León

La hemeroteca (o la memoria) siempre ha sido el mayor enemigo de quienes buscan respuestas sobre la marcha para los problemas que se les van presentando. Una realidad que se vuelve a hacer patente en el caso de los restos de Lancia, tan de actualidad. Mientras ahora se dice que tal vez no sean tan importantes como nos quieren hacer creer la hemeroteca desvela que hace 20 años la propia administración, la Junta de Castilla y León, pensaba justamente lo contrario.
Ese archivo andante que es el bibliotecario Alejandro Valderas, antiguo concejal de Patrimonio en el Ayuntamiento de León por la UPL, lo recuerda perfectamente pues él fue uno de los que participó en aquel proyecto con algunos trabajos, junto a otros muchos expertos. “En aquel momento, a comienzos de los años 90, la Junta de Castilla y León y varias universidades, que reunieron trabajos de más de 50 investigadores, preveían rescatar la ciudad de Lancia y otros restos para convertirlos en un referente turístico, algo similar a lo que con el paso del tiempo ha sido la Villa Romana de la Olmeda, pero bastante tiempo antes”.
Aquella idea encerraba un más que ambicioso proyecto turístico y también de investigación pues, recuerda Valderas, “estaba previsto investigar casi metro a metro desde Marne y Villarroañe hasta Villaverde de Sandoval para conocer todos los secretos que guardaban aquellas tierras, que ahora se ha comprobado que son muchos pues creo que se han encontrado con más restos de los que esperaban, aunque los antecedentes que ya se conocían hacían pensar que podría ser así”.
Cuando Valderas se refiere a los antecedentes lo hace porque ya se hicieron excavaciones arqueológicas en otras ocasiones con motivo de obras como la de la gasolinera y un canal de riego paralelo al cerro de Lancia que se construyeron en estas tierras en los años 80 del pasado siglo. “En ambas ocasiones se pudo comprobar que la riqueza del yacimiento era evidente, algo que también está recogido en la carta arqueológica de León y conocían perfectamente quienes dieron el permiso para que la autopista León-Valladolid atravesara por estos terrenos”.
Además de estas excavaciones y la carta arqueológica el ex concejal leonesista aporta otros datos que tampoco han sido tenidos en cuenta en la actualidad. “En las conocidas fotos aéreas que realizó en su día el Iryda es curioso como se observa con absoluta nitidez la calzada romana que ahora, oh casualidad, han descubierto y también se puede ver algo más sorprendente, la cuadriculación del terreno de los romanos”. Explica Valderas que cuando los soldados romanos se jubilaban se les daba un terreno para que lo trabajaran y en el que también construían su casa, esto componía una cuadrícula (no en todas las ciudades pero sí en las más importantes) alrededor del corazón de la ciudad. “Pues estas cuadrículas se distinguen perfectamente en aquellas fotos, lo que habla de una continuidad con la ciudad, una sucesión de la villa, pues en cada una de ellas estarán los restos de la casa del soldado”.
Esta proliferación de restos no sorprende a Alejandro Valderas pues él recuerda que en aquellos trabajos realizados cuando desde la Junta se pensaba en Lancia como la Olmeda “ya localicé más de veinte despoblados medievales; quiero decir, que toda esta zona está trufada de restos, es como una topera en la que en cada agujero aparece una casa de labor de la época romana reconstruida y reutilizada con posterioridad”.

Debate el día del diluvio
Y en esa riqueza radica uno de los ‘problemas’ de cambiar el trazado. “Excaven donde excaven encontrarán restos y por el otro lado de la ladera han hecho una concentración parcelaria, regadíos y demás, que son los que llevaron a los municipios de la comarca a desestimar ese trazado porque en esta polémica todavía no se sabe lo que opinan los ayuntamientos implicados, que en su día dieron su aprobación a este trazado que ahora se quiere evitar”. (Estos ayuntamientos se reunieron ayer y emitieron un comunicado con sus opiniones y peticiones).
De todas formas el gran problema que ve Alejandro Valderas en este momento es que “el debate de hoy es el debate del día del diluvio pues ésta es una decisión que se tomó hace varios años y entonces la Comisión de Patrimonio de León sabía perfectamente lo que había allí y la Junta de Castilla y León también lo sabía, los dos organismos conocían la carta arqueológica y los resultados de las excavaciones y los estudios realizados, pero entonces pesó más el hecho de que al otro lado se hubiera llevado a cabo la concentración parcelaria y los nuevos regadíos. Cuando hace cuatro o cinco años se estudiaron las posibles variantes ya se sabía lo que había”.
Valderas cree que el problema es complicado pues desviar el trazado supone un largo proceso legal “y las elecciones regionales y nacionales están ahí a la vuelta de la esquina” y la solución de la Junta de tapar los restos y construir encima de tal forma que podrían ser rescatados en el futuro “los anula durante la vida útil de la autopista que van a construir”. Pero sí conoce soluciones que se han aplicado en lugares como Mérida o Ravenna, en Italia. “Levantar pilastras para que la autopista ‘sobrevuele’ los restos y estos podían ser visitados, recuperados y puestos en valor, que dicen ahora”.


http://www.la-cronica.net/2010/08/24/vivir/de-joya-a-cementerio-94247.htm

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